La humedad en nuestros hogares

Uno de los dispositivos imprescindibles en zonas con alta humedad como pueden ser zonas del litoral, con una frecuencia alta de lluvias, así como casas con un mal aislamiento térmico en invierno son los deshumidificadores.

Es importante no confundirlos con los humidificadores ya que estos hacen el trabajo opuesto pero que pueden llegar a confundirnos al tener una apariencia similar y ofertar cosas parecidas.
En el tema que nos atañe, los deshumidificadores, podemos diferenciarlos en varios tipos en el mercado como son los refrigerantes y los desecantes.

Los deshumidificadores refrigerantes son los mas cotidianos los cuales usan un ventilador para canalizar el aire para enfriarlo en un conducto interno, resultando en la condensación del agua o humedad la cual se filtra a un deposito interno que deberemos vaciar dependiendo de lo que marque el fabricante o la capacidad del depósito.

Estos suelen ser más recomendados en zonas con temperaturas y humedad elevadas.
Los deshumidificadores desecantes al contrario que los refrigerantes no contienen ningún ventilador, sino que usan un material desecante del entorno el cual tendremos que cambiar cuando este se acabe el cual condensa la humedad del aire al entrar en contacto con este. Cabe mencionar que algunos no es necesario sustituirlos, sino que se regeneran al entrar en contacto con corrientes de aire.

La eficacia de estos últimos radica en el desecante que usemos, el cual puede ser toxico al tocarlo y por tanto necesaria una mayor precaución si hay niños en casa aunque suelen ser mas comunes para temperaturas bajas, por ejemplo en invierno, y en ambientes con poca humedad.